Los modelos 3D impresos ofrecen una alternativa accesible y repetible. A diferencia de las piezas de museo o los modelos de plástico genéricos, estos modelos pueden mostrar variaciones anatómicas específicas o patologías concretas (como un tumor, una fractura compleja o una malformación congénita). Esto permite a estudiantes de medicina y residentes:

• Comprender la anatomía tridimensional: Manipular un corazón impreso en 3D con una válvula defectuosa ofrece una comprensión mucho más profunda que verla en una imagen 2D.
• Practicar habilidades de forma segura: Los estudiantes pueden ensayar procedimientos como la intubación o el abordaje de un vaso sanguíneo en un modelo sin el estrés de un entorno clínico real.